Los microbios pueden ser tanto beneficiosos como perjudiciales para la industria alimentaria. Los microbios pueden utilizarse para fabricar alimentos y bebidas (por ejemplo, la levadura Saccharomyces cerevisiae se utiliza para fabricar pan y cerveza). Las bacterias lactobacilos se utilizan para fabricar yogur y quesos.

Sin embargo, algunos de los microbios de los alimentos pueden provocar intoxicaciones alimentarias (por ejemplo, bacterias como la Salmonella, la E. coli y el Campylobacter, presentes habitualmente en las carnes crudas, pueden provocar vómitos y diarreas en humanos, o incluso llevar a la muerte, si bien esto último es raro). Las prácticas de higiene alimentaria pueden reducir el riesgo de contraer una enfermedad transmitida por los alimentos, así como el deterioro de éstos.

En esta unidad didáctica los estudiantes aprenderán a identificar los microbios habitualmente presentes en los distintos alimentos, y a mejorar las prácticas de higiene alimentaria de manera que estos microbios no nos hagan enfermar.