Tanto las personas como los animales son portadores de microbios. Los microbios beneficiosos, como los que viven en los intestinos de los animales, ayudan a mantenerlos en buena salud, mientras que los microbios perjudiciales pueden hacerlos enfermar, exactamente igual que a los humanos.

Algunos microbios pueden transmitirse de animales y personas, y viceversa, provocando infecciones: es lo que se conoce como zoonosis. Algunas infecciones son propias únicamente de los animales, y pueden enfermarlos o, incluso, causarles la muerte. Cuando nuestras mascotas contraen una infección, su sistema inmune puede ayudarles a controlar la infección sin que sea necesario tratamiento. Cuando nuestras mascotas enferman, debemos llevarlas al veterinario. Y, si la infección precisa un tratamiento con antibióticos, es importante seguir las prescripciones cuidadosamente, igual que en el caso de los humanos.

En esta unidad didáctica, los alumnos aprenderán que los microbios perjudiciales pueden propagarse de un animal a otro, y de animales a humanos. Aprenderán que existen múltiples similitudes entre la salud de los humanos y la de los animales, lo que hace que resulte de vital importancia mantener unas buenas prácticas de higiene y salud animal.